Si bien en sus trabajos Pedro Ortuño normalmente refleja realidades cercanas pero poco o nada visibles, en esta ocasión la realidad que nos ofrece es la otra cara de la mayor industria cinematográfica a nivel mundial que es Bollywood.
Para ello Ortuño adopta el formato documental que ha utilizado en diversas ocasiones, en el que no se hay narrador, ni preguntas, tan sólo se sitúa la cámara ante la persona previamente seleccionada, que queda enmarcada en planos a menudo bastante cortos.
El film empieza en una concurrida calle de alguna ciudad de la India, la cámara recoge el bullicio del lugar pero también la omnipresencia de carteles anunciando películas, de estética sin duda un poco anacrónica, respecto a la nuestra. Con la cámara se cruza un hombre que transporta sobre la cabeza una pila de cajas metálicas, cajas de películas, la cámara lo sigue y se mete con el dentro de un edificio. A partir de ahí la película nos muestra la importancia de la industria cinematográfica en la India, de las películas, de su seguimiento por parte de la población, de sus vínculos con la política, de su importancia en la perpetuación de unos valores ya caducos incluso en la sociedad india, o al menos eso es lo que se asevera en un momento dado.
En este trabajo Ortuño nos muestra la otra cara de Bollywood en varios episodios a partir de los testimonios de productores, actores, directores, estudiosos, etc. que van desgranando cada uno de los aspectos que configura la mayor industria cinematográfica del mundo; las razones por las que toda película tiene escenas musicales, las razones socioeconómicas de su peso en la sociedad, la convivencia de este cine con el procedente de Hollywood y las relaciones que establece, etc. pero también nos muestra los otros cines posibles, los otros cines existentes en la India y mucho más vinculados a la sociedad y a la realidad cotidiana.